MI SANDALITAS NUEVAS
Qué alegría sentí cuando me compraron esas sandalias blancas –“Mis pies se ven tan bellos dentro de ellas”- me miro en el espejo, camino y cuando los más grandes están distraídos o no se encuentran en la casa, me pongo todos los trajes que encuentro en el escaparate, me pinto los ojos de sombra y rímel, las pestañas de abanico, la boca colorada y los cachetes carmín. ¡Me calzo mis sandalias nuevas, -me veo bella frente al espejo! “soy bella, muy bella, me parezco a una mujer grande”. Entonces un día se me ocurrió que podía llevar mis sandalias al colegio, “pero tiene que ser un día que nadie se dé cuenta, que nadie me vea salir” –pensé-. Así pues, llegó el día, me vestí con el uniforme de colegio y me puse mis sandalias blancas. Cundo me disponía a salir, de repente se abrió la puerta. Era una de mis hermanas mayores, al verme me preguntó con una voz de intriga y una cara de casi regaño. - ¿para dónde vas con esas sandalias? inmediatamente le respondí -No voy para ninguna p